¿Por qué la mayoría de las mujeres tienen miomas uterinos?

Estos sólidos bultos de músculo, algunos del tamaño de una sandía, pueden afectar drásticamente a la calidad de vida y la fertilidad de una mujer. Pero los tratamientos duraderos son escasos.

POR MERYL DAVIDS LANDAU

Una radiografía pélvica en color revela un fibroma calcificado (azul, centro) en el útero de una mujer de 65 años. Un mioma es un tumor benigno de tejido fibroso y muscular. Aunque la mayoría no requieren tratamiento, pueden provocar hemorragias, dolor y otros trastornos ginecológicos.

FOTOGRAFÍA DE SCIENCE SOURCE

Los médicos romanos ya reconocían en el año 200 d.C. que las mujeres suelen tener tumores benignos en las paredes del útero. En la actualidad, los expertos calculan que, a los 50 años, alrededor del 70% de las mujeres blancas y más del 80% de las negras tienen miomas uterinos. Pero los científicos aún tienen muchas preguntas sobre ellos, incluidos aspectos básicos como por qué se desarrollan y qué los hace crecer.

Los miomas, técnicamente llamados leiomiomas, son masas sólidas de células musculares lisas y tejido conjuntivo que crecen en el interior de la pared uterina. Estos tumores pueden afectar gravemente a la calidad de vida y la fertilidad de la mujer y son el motivo más frecuente de histerectomía en Estados Unidos. Una revisión de los fármacos utilizados para tratar los miomas publicada este mes en Medical Science Monitor señalaba una «importante necesidad de más investigación».

«La investigación sobre los miomas está en fase embrionaria. Sólo estamos empezando a arañar la superficie», afirma Erica Marsh, jefa de endocrinología reproductiva e infertilidad de la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan (Estados Unidos), que habló de los miomas como ponente en una reunión de la Academia Nacional de Medicina sobre salud femenina celebrada la primavera pasada.

La comunidad científica aún no tiene claro cómo se forman los miomas; por qué algunos crecen hasta alcanzar el tamaño de una sandía y otros siguen siendo pequeños; cómo pueden prevenirse; cómo afectan a la fertilidad algunas terapias y otras cuestiones importantes.

Debido a la escasa financiación (17 millones de dólares al año de los Institutos Nacionales de Salud, los miomas ocupan uno de los últimos lugares entre las afecciones estudiadas), los científicos ni siquiera han creado un modelo de ratón de calidad para estudiar la enfermedad, afirma Marsh.

Aun así, en los últimos años se han producido algunos avances, como la introducción de un procedimiento que reduce el tamaño de los miomas mediante energía de radiofrecuencia y la identificación de ciertas intervenciones en el estilo de vida que parecen minimizar la recurrencia.

Por término medio, las mujeres tardan cuatro años en obtener un diagnóstico desde el inicio de los síntomas. A menudo pasan varios años más antes de que se inicie el tratamiento.